En la primera sesión, escuchamos y hablamos con el fin de contextualizar la preocupación de cada persona y de esta manera entender cuál es el problema. Durante la primera toma de contacto elaboramos una historia clínica exhaustiva para poner en contexto el origen de la situación, aspecto esencial para el progreso del tratamiento posterior.

A su vez, desde la perspectiva de la PNI os asesoramos sobre posibles alteraciones metabólicas que pueden estar detrás de la pérdida de salud, donde valoraremos qué sistema puede verse afectado y plantearemos una intervención holística bien a nivel nutricional, a nivel de hábitos de movimiento, descanso/sueño, estrés psico-emocional, contexto personal, ritmo circadianos…  Para ello, en caso de ser necesario, se solicitarán unas pruebas analíticas para confirmar o descartar las hipótesis planteadas teniendo en cuenta la clínica de cada paciente. En caso de ser necesario, se derivará al paciente al especialista adecuado.

Elaboramos una pauta nutricional adaptada a cada persona con el fin de solucionar la cuestión tratada. Aconsejamos sobre qué cambios de hábitos son los más adecuados, siempre teniendo en cuenta la situación económica de cada uno, el tiempo disponible para cocinar, así como las habilidades culinarias de cada uno. El objetivo será consolidar los cambios planteados en el tiempo.